EL JUEGO SIN SALIDA
AUTOR: Thomas Ospina Higuita.

Esta es la historia donde yo estaba jugando un fin de semana con unos amigos, Juan José, Juan
Esteban y Matías un juego llamado Eternel Darkness, estábamos jugando en la casa de Juan José y
duramos dos o más horas jugando, ese juego es de terror pero no había nada, pero esa noche
cambio nuestras vidas para siempre, empezaron a salir monstruos de las paredes, del techo, casi
no podíamos salir de la casa pero logramos salir con el juego y mis amigos, Juan José estuvo
leyendo las instrucciones y en letras pequeñas decía.
“AVERTENCIA este juego puede provocar que se creen zombis o monstruos, para que los
monstruos se vallan tienes que terminar el juego” entonces nosotros corrimos los más lejos que
pudimos para terminar el juego, pero de una manera extraña los monstruos llegaron ahí,
alcanzamos jugar algunos retos, eran muy duros pero si no los cumplimos los retos los monstruos
nos seguirían persiguiendo, ya no sabíamos persiguiendo, ya no sabíamos hacia donde correr pero
a lo lejos Matías vio un arbusto, jugamos 2 o 3 retos cada uno, cuando Juan Esteban termino su
reto seguimos corriendo para que no nos alcanzaran.
Seguimos corriendo hasta que yo vi un establo, ellos no estaban de acuerdo, pero Juan José dijo
que bueno y entonces los otros también dijeron que si, pero José Eduardo no seguía de acuerdo,
pero después de 2 minutos dijo que si mejor, para que no nos alcanzaran, cuando empezamos a
correr José Eduardo se cayó, entonces entre nosotros lo cargamos y lo llevamos, cuando llegamos
le revisamos el pie, le dijimos que lo moviera para que se mejore, él dijo que ya estaba mejor para
correr, se estaba mejorando jugamos unas rondas, le toco a El pero el reto no era un castigo, era
un premio, el premio era que deseara algo en voz alta y el dijo que el dolor del pie se le quitara y el
deseo se le cumplió y entonces seguimos corriendo.
Y José Eduardo dijo que paremos en una casa abandonada, entonces nosotros paramos para jugar,
Juan Esteban vio que los monstruos se estaban acercando entonces yo dije juguemos una ronda y
nos vamos, ellos dijeron que buen, para que no nos alcanzaran jugamos los retos y salimos
rapidísimo, yo creo que corrimos como 152 metros, yo ya estaba muy cansado y Matías vio una
casa en buen estado, cuando entramos, yo lo primero fue buscar un baño para tomar agua y por
suerte encontré un baño, cuando termine de tomar agua busque una nevera para comer algo,
encontré un pan en perfectas condiciones después encontré jamón, queso, entonces pregunte
quien tiene hambre y todos dijeron yo.
Ya eran como la 1 de la mañana y no podíamos dormir porque los zombis llegaran, ya desvelados
nosotros 3 menos Matías, no teníamos sueño yo le dije que corriéramos otro poquito, después
encontramos una tienda, tenía candado pero yo con una pinza que me dio mi hermana le quite el
seguro al candado y encontramos de todo, cogimos una bolsa todo lo que podíamos y queríamos,

yo vi un energizante y cogí dos para compartir, y cogí otro para Matías, después de 2 minutos
Matías la bebida hizo efecto en Matías y también les di a Juan José y Jun Esteban, después
corrimos por que los zombis nos alcanzaron, después nos fuimos tan lejos que ya ni veíamos los
zombis, jugamos 4 o 5 retos cada uno, nos volvió a dar hambre y comimos lo que cogimos en la
tienda.
Ya casi acabamos el juego, pero los últimos retos eran más duros, nosotros no queríamos hacerlos,
pero nos tocaba porque si no los monstruos no se iban a ir, los retos eran incendiar un carro, y
muchas más cosas.
Encontramos una cosa y nos encerramos en una habitación, encontramos una dinamita, Matías la
metió en el bolso por si necesitábamos algo y todos sentimos que nos estaban mirando, al fondo
vimos una puerta, nos conducía a un sótano, nosotros empezamos a bajar las escaleras, estaba
muy oscuro, nosotros no teníamos linterna para ver, después José Eduardo sintió una cadena y la
jalo, se prendió una luz , nos encontramos un cuerpo en un charco de sangre, todos nos asustamos
mucho y gritamos tan duro que las ventanas empezaron a vibrar, después subimos tan rápido del
sótano que se partió una escalera. Y caímos a una especie de laberinto, cuando resolvimos el
laberinto, nos llevaron a una habitación con muchos más muertos, después rápidamente
intentamos salir de ahí, Juan José vio una ventana y dijo que salgamos por ahí, y pudimos salir,
pero casi no sale Juan Esteban y sin él no podíamos terminar el juego porque nosotros no
queríamos hacer más retos cuando salimos encontramos fósforos.
Estábamos en peligro, yo le dije a Matías que sacara la dinamita, después Juan José prendió un
fosforo para prender la mecha de la dinamita, cuando se prendió, se soltó del taco.
Cuando se cayó estamos enojados, pero no teníamos tiempo para quejarnos, nos tocó salir
corriendo, cuando salimos vimos un perro zombi, nosotros nos asustamos mucho le tiramos una
pelota que nos habíamos encontrado al salir.
Después de terminar el juego con el último reto que era matar a un zombi, pero ese reto lo
teníamos que hacer todos.
Después me desperté y le fui a contar a mis amigos.